"No siempre un bandido se esconde detrás de un antifaz". Blog dedicado a las fuentes de información médica - hugotula@gmail.com

31/12/14

Final del año


Tener que decir que a los 44 años estoy cansando de tanto andar es poco menos que un llamado de atención. Vivo angustiado y peligrosamente inclinado al escepticismo. Muchas veces me desperté con la sospecha de que la vida es una cosa inútil y absurda. Pero no es una declaración con ninguna otra intención en el fondo. Termina el año. Como se acostumbra se hacen balances.

Este año fue pésimo, doloroso, penoso, de luto. Como en cada situación difícil que me tocó vivir, lo positivo es que entendí el significado de tener hermanos. Siento que los quiero y me gustaría pasar más tiempo con ellos.

Termino el año a mitad de camino hacia los 45 años, todo un adulto, en primera instancia, pero con el instinto de un adolescente, las ganas de un niño y las fuerzas de un sexagenario. Termino el año intentando describir el problema y es entonces que me salen cosas desesperadas ( o desesperantes), por momentos siento que me tienen contra las cuerdas y otros me siento un campeón. Se entiende ahora lo del adolescente de 45 años.

El problema no es la angustia, pues la conozco desde siempre y como aprendí leyendo a Cortázar, no creo que sea una solución rechazar la angustia pues eso es “suicidar el corazón, es  matar las riquezas del espíritu, y lo que es peor, esterilmente”.

Tampoco el problema está en si existe Dios, ya no lo dudo y lo declaré en otras entradas, yo creo y con eso basta. Explicar racionalmente la existencia de Dios es lo mismo que intentar dar explicación racional del sentimiento de amor hacia un hijo. También creo que existe gente que necesita que Dios no exista.

Termina el año, como se verá con más contradicciones y algunas certezas. Aunque parezca contradictorio y aunque el tema central de esta entrada no lo transmita, la llama eterna está presente, con la llegada del nuevo año espero un pequeño soplido que la avive. Por momentos tengo fuerzas pero no surgen las ideas o viceversa. No dejo de pensar. Lo que aun me mantiene aferrado a este mundo son unas cuantas personas. A todas ellas mis mejores deseos para el 2015. Aun tengo ganas de vivir y el hecho es que uno vive. Feliz Año Nuevo.

2 comentarios:

  1. Qué decir, salvo que hay tanto de lo escrito en lo que me identifico. Yo, el de los duelos a destiempo, el de las sensibilidades extremas, el de la lealtad sin límites. El escéptico, el corrosivo, el despiadado que siente también, como vos que las fuerzas ya no tienen tanto poder como las ganas o tal vez quién te dice, el temas es que no se ponen de acuerdo para tirar juntas. A mí también me atan a la tierra pocas personas que más que anclas son alas y gracias a ellas sigo manteniendo el placer de volar. De Dios o dioses ya no hablo y eso no me hace ni mejor ni peor que nadie. Estoy, hermano. Un tanto averiado como te habrás dado cuenta, pero con el motor en marcha. En nosotros está la decisión de echarnos a andar o quedarnos eternamente detenidos frente a un semáforo con luz amarilla titilando. Cuando quieras arrancamos. Feliz 2015 y que el tiempo haga su trabajo con las lastimaduras
    Un abrazo enorme
    Guille

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